Los efectos beneficios de la cúrcuma en las enfermedades hepáticas aparecen en una revisión publicada en Archives of Medical Science. De tal manera, son varios los mecanismos identificados por los que la cúrcuma podría actuar en estos casos. Destacan, los efectos antiinflamatorios, antioxidantes, captador de radicales libres y modulador de diferentes vías de señalización. De especial interés, la inhibición de la actividad del factor nuclear kappa B (NFkB), mediador en diversas enfermedades crónicas. De hecho, los derivados génicos del NFkB estimulan la proliferación, angiogénesis e invasión celular. Por lo tanto, propician la carcinogénesis.
Así, entre las enfermedades hepáticas que podrían beneficiarse de la cúrcuma se encuentra el hígado graso no alcohólico (HGNA). También se incluyen el carcinoma hepatocelular (CH) y la hepatopatía crónica relacionada con el virus de la hepatitis C (HCC).
Se sabe de los beneficios de la cúrcuma en la prevención de obesidad, resistencia a la insulina y trastornos lípidos. A su vez, estos factores están asociados al HGNA. Por lo tanto, estos mismos mecanismos explican el impacto hepatoprotector de la cúrcuma en el HGNA.
En varios estudios se han identificado diferentes vías por las que la cúrcuma previene del CH. Especialmente, las propiedades de bloqueo de la proliferación y angiogénesis frente a diferentes carcinógenos hepáticos.
Igualmente, se ha podido demostrar la inhibición de la replicación viral en la HCC. Entre otras vías, la cúrcuma induce a la Hemo-oxigenasa 1 (HO-1) bloqueando la replicación viral.
Sin dudas, el reto actual de la industria farmacéutica es mejorar la biodisponibilidad de la cúrcuma. En ese sentido, con la formulación oral Theracurmin se ha conseguido una absorción 27 veces superior al producto del mercado.
En consecuencia, los efectos beneficios de la cúrcuma en enfermedades hepáticas, deberían ser tenidos en cuenta.
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