Definición de goteo nasal posterior
El goteo nasal posterior (también conocido como goteo posnasal, PND) se refiere a la sensación de que se acumula o gotea moco por la parte posterior de la nariz y la garganta. Esta afección es el resultado de la producción excesiva o el flujo anormal de moco producido por la mucosa nasal y los senos paranasales, que luego drena posteriormente hacia la faringe, lo que a veces provoca molestias en la garganta, tos y otros síntomas.
En circunstancias normales, las glándulas de la nariz y la garganta producen alrededor de uno a dos cuartos de galón de moco al día. Esta mucosa desempeña un papel vital en la humidificación del aire inhalado, la captura de partículas extrañas y la lucha contra las infecciones. La mayor parte de la mucosidad producida se traga inconscientemente. Sin embargo, cuando la producción de moco aumenta, se vuelve más espesa o cuando su eliminación se ve afectada, se acumula y fluye hacia atrás, lo que resulta en la sensación característica de goteo nasal posterior.
Manifestaciones clínicas del goteo nasal posterior
La presentación del goteo nasal posterior puede ser sutil o muy molesta, dependiendo de la causa subyacente y de la sensibilidad del individuo. Clínicamente, puede manifestarse como:
- Sensación de mucosidad en la garganta: Los pacientes a menudo describen una necesidad constante de aclararse la garganta o la sensación de mucosidad goteando o pegada en la parte posterior de la garganta.
- Tos crónica: Empeora especialmente por la noche o al acostarse, ya que la mucosidad se acumula e irrita la garganta y las vías respiratorias superiores.
- Carraspeo frecuente: Debido a la sensación de moco, las personas pueden aclararse la garganta habitualmente.
- Dolor de garganta o malestar en la garganta: La irritación persistente de la mucosidad puede causar un dolor de garganta leve o una sensación de picazón.
- Ronquera o cambios en la voz: La presencia constante de moco puede afectar a las cuerdas vocales, dando lugar a la ronquera.
- Mal aliento (halitosis): La mucosidad acumulada puede contribuir al mal olor del aliento.
- Congestión u obstrucción nasal: puede estar presente si la etiología subyacente implica sinusitis o rinitis.
- Síntomas del oído: como llenura o chasquido, debido a la disfunción de la trompa de Eustaquio causada por la acumulación de moco.
La gravedad y la duración de los síntomas pueden variar según la causa. En los niños, el goteo nasal posterior puede manifestarse de manera más sutil con tos, carraspeo o incluso vómitos mucosidad.
Enfermedades y afecciones que causan goteo nasal posterior
El goteo nasal posterior es un síntoma, no un diagnóstico en sí mismo. Puede surgir de una variedad de enfermedades o afecciones que afectan las vías respiratorias superiores. Algunas de las principales causas incluyen:
1. Rinitis alérgica
La rinitis alérgica es una de las causas más comunes de goteo nasal posterior. Los alérgenos como el polen, los ácaros del polvo, la caspa de las mascotas o el moho desencadenan una respuesta inflamatoria en la mucosa nasal, lo que provoca un aumento de la producción de moco.
2. Rinitis no alérgica (vasomotora)
Se trata de un grupo de afecciones en las que se presentan síntomas similares a los de la rinitis alérgica, pero sin un desencadenante alérgico identificable. Los desencadenantes pueden incluir irritantes ambientales, cambios en el clima, humo, perfumes o alimentos picantes.
3. Sinusitis aguda y crónica
Las infecciones o la inflamación de los senos paranasales a menudo provocan un aumento de la producción de moco y un deterioro del drenaje, lo que provoca goteo nasal posterior. La sinusitis suele ir acompañada de dolor facial, presión y congestión nasal.
4. Infecciones del tracto respiratorio superior
Los resfriados comunes, la influenza y otras infecciones virales o bacterianas a menudo causan un aumento de la secreción de moco que puede gotear por la garganta.
5. Anomalías nasales estructurales
El tabique desviado, los pólipos nasales o los cornetes agrandados pueden obstruir el flujo normal de moco y promover la acumulación en la faringe posterior.
6. Enfermedad por reflujo gastroesofágico (ERGE) y reflujo laringofaríngeo (LPR)
El reflujo ácido puede irritar la garganta y la mucosa nasal, lo que provoca un aumento de la producción de moco y sensaciones similares o superpuestas con el goteo nasal posterior.
7. Medicamentos
Ciertos medicamentos, como los antihipertensivos o los anticonceptivos orales, pueden aumentar la producción de moco o causar sequedad, lo que resulta en un exceso de moco compensatorio.
8. Factores ambientales
El aire seco, el polvo, los contaminantes y el humo pueden irritar el revestimiento nasal y estimular la producción de moco.
9. Otras causas
- Cambios hormonales (por ejemplo, durante el embarazo)
- Cuerpos extraños en las fosas nasales (más comunes en los niños)
- Infecciones crónicas, como tuberculosis o sinusitis fúngica (poco frecuentes)
Pruebas para el diagnóstico del goteo nasal posterior
Dado que el goteo nasal posterior es un síntoma, el enfoque diagnóstico se centra en determinar su causa subyacente. Una anamnesis y un examen físico completos son esenciales, pero se pueden emplear varias pruebas:
- Historial médico detallado: Indagar sobre el inicio de los síntomas, la duración, los desencadenantes, los síntomas asociados (como estornudos, picazón, fiebre, dolor facial) y las exposiciones ambientales.
- Examen físico: inspección de la nariz, la garganta y los oídos. La endoscopia nasal puede revelar acumulación de moco en la nasofaringe o anomalías anatómicas.
- Pruebas de alergia: pruebas de punción cutánea o análisis de sangre (como IgE sérica) para identificar alérgenos específicos.
- Endoscopia nasal: Se utiliza un endoscopio delgado y flexible para visualizar las fosas nasales y la nasofaringe directamente en busca de evidencia de inflamación, pólipos o infección.
- Estudios de diagnóstico por imágenes: Se pueden solicitar radiografías de los senos paranasales o tomografías computarizadas si se sospecha sinusitis o anomalías estructurales.
- Cultivo de senos paranasales o hisopo: Si se sospecha de infección, se pueden tomar muestras para cultivo de bacterias o hongos.
- Pruebas de reflujo: Si se sospecha de ERGE o LPR, se puede considerar el control del pH o ensayos terapéuticos empíricos.
En muchos casos, una combinación de las evaluaciones anteriores ayuda a determinar el diagnóstico.
Tratamiento del goteo nasal posterior
El tratamiento más eficaz del goteo nasal posterior se dirige a la causa subyacente. Las estrategias de tratamiento pueden incluir modificaciones en el estilo de vida, medicamentos y, en raras ocasiones, intervenciones quirúrgicas.
1. Medidas generales
- Hidratación: Aumentar la ingesta de líquidos ayuda a diluir la mucosidad y promover la eliminación.
- Humidificación: El uso de humidificadores, especialmente en ambientes secos, puede agregar humedad al aire y reducir la irritación.
- Evitar los irritantes: Minimizar la exposición al humo, el polvo, los alérgenos y los olores fuertes puede ayudar a reducir los síntomas.
- Irrigación nasal con solución salina: Enjuagar las fosas nasales con solución salina puede eliminar el exceso de mucosidad y alérgenos.
2. Tratamiento médico
El tratamiento depende de la etiología específica:
- Rinitis alérgica: se controla con antihistamínicos, corticosteroides intranasales, antagonistas de los receptores de leucotrienos y evitación de alérgenos.
- Rinitis no alérgica: Los antihistamínicos intranasales o los corticosteroides pueden ser útiles; Identificar y evitar los desencadenantes es crucial.
- Sinusitis: La sinusitis aguda puede requerir descongestionantes, corticosteroides nasales y, si son bacterias, antibióticos. La sinusitis crónica podría beneficiarse de la irrigación con solución salina y los esteroides intranasales; La cirugía puede estar indicada para casos refractarios.
- Infecciones: Las infecciones virales se tratan de manera favorable; Las infecciones bacterianas pueden requerir antibióticos.
- ERGE/LPR: Las modificaciones en el estilo de vida (elevación de la cabecera de la cama, cambios en la dieta), los inhibidores de la bomba de protones y los bloqueadores H2 pueden aliviar los síntomas.
- Anomalías estructurales: La corrección quirúrgica (por ejemplo, septoplastia o extirpación de pólipos) puede ser necesaria en casos graves.
- Ajuste de la medicación: Si un medicamento está implicado, se recomienda discutir alternativas con un proveedor de atención médica.
3. Alivio sintomático
- Supresores de la tos: Para la tos molesta, aunque no siempre se recomiendan, especialmente en los niños.
- Pastillas o aerosoles para la garganta: pueden aliviar temporalmente la irritación de la garganta.
4. Opciones quirúrgicas
Rara vez se requiere cirugía, pero se puede considerar para las obstrucciones anatómicas que no responden al tratamiento conservador, como el tabique desviado, los pólipos o la sinusitis crónicos.
Conclusión
El goteo nasal posterior es un síntoma común y, a menudo, benigno, pero puede afectar significativamente la calidad de vida si persiste. La clave para un tratamiento eficaz radica en identificar y abordar la causa subyacente, respaldada por medidas sintomáticas para aliviar las molestias. Los pacientes que experimentan síntomas crónicos o graves deben consultar a un proveedor de atención médica para una evaluación adecuada y un tratamiento personalizado.
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