Las Antocianinas son fitoquímicos
pertenecientes al grupo de los flavonoides.
Debido a la presencia de pigmentos hidrosolubles, los frutos y hojas toman el
color azul, rojo o púrpura.
Cabe destacar, entre los
alimentos que las contienen están arándanos, cerezas, moras, berenjena, maíz
morado, ciruelo, ciruela y repollo morado. También están presentes en la uva
negra, utilizándose su presencia en los vinos como parámetro de calidad.
Se han atribuido propiedades anticancerígenas a los
arándanos debido a su contenido en antocianinas y otros flavonoides. Del mismo
modo, previene de las enfermedades
cardiovasculares, obesidad, diabetes,
deterioro cognitivo y afecciones hepáticas, particularmente el hígado graso.
Igualmente, se le atribuye mejoras en el buen funcionamiento de pulmones, visión, huesos y cerebro. Por
su parte, las moras propician la disminución del colesterol y la obesidad, así
como, la protección del hígado. A su vez, el vino tinto, por las antocianinas y
otros flavonoides, es ampliamente reconocido como antioxidante y cardioprotector.
También, las antocianinas mejoran del estado de inmunidad del
individuo. Se sabe del aumento de linfocitos y citocinas, en la que destaca la
interleucina 2. Como resultado, su importante contribución frente a las infecciones y el cáncer.
Sin dudas, los efectos antiinflamatorios y antioxidantes
de los flavonoides jueguen un rol determinante en la mejora del estado de salud.
Las antocianinas tienen gran facilidad para transferir electrones, en
consecuencia, protegen a ácidos grasos, proteínas y DNA de la oxidación.
Finalmente, los alimentos con
alto contenido de antocianinas forman parte de una dieta saludable y debe consumirse
con frecuencia.
José Antonio Gelpi
Méndez| Director de Divulgación Médica de Cualtis.