Una exposición excesiva al radón se asocia con un incremento de la mortalidad general. A esta conclusión se ha llegado por un estudio de cohorte publicado en Environment International. Contó con la participación de 87.296 beneficiarios del Medicare de 65 años y más. La investigación se extendió del 2000 al 2013 y se relacionaron causas de muertes y exposición crónica al radón. A destacar, la asociación de la exposición al radón y otras causas de muerte diferentes al cáncer de pulmón.
El radón es un elemento radioactivo y aparece en la naturaleza en forma gaseosa. Como gas es insípido, incoloro e inodoro, por lo que su identificación hay que hacerla con detectores especiales. Se forma por la descomposición de materiales naturales presentes en la corteza terrestre. Llega a los hogares por las emanaciones del suelo o procedentes de las aguas o materiales de construcción. Cabe destacar, los niveles altos que se alcanzan en los lugares cerrados y con ventilación deficiente.
La inhalación de sus partículas radiactivas, particularmente alfa, se adhieren al tejido pulmonar dañando el ADN celular. Por ello, es considerado la segunda causa de cáncer de pulmón en algunas latitudes después del tabaco. Por cierto, el riesgo de cáncer de pulmón se incrementa notablemente cuando se suman los dos factores: tabaco y radón.
Debido a la exposición excesiva al radón se encontró una mayor mortalidad por otras causas diferentes al cáncer de pulmón. A continuación, un resumen de los principales resultados:
Mayor mortalidad por:
- Todas las causas.
- Enfermedad Pulmonar Obstructiva Crónica (EPOC)
- Diabetes mellitus.
- Insuficiencia cardíaca congestiva.
Asociación menos significativa con:
- Infarto de miocardio.
- Accidente cerebrovascular isquémico.
Sin dudas, la exposición excesiva al radón está asociada al cáncer de pulmón. Ahora bien, habrá que seguir investigando el tema para confirmar la relación con otras enfermedades.