miércoles, 13 de noviembre de 2024

Píldoras informativas

 


La tuberculosis, primera causa de mortalidad por enfermedad infecciosa

La tuberculosis vuelve a recuperar el primer lugar en mortalidad mundial por enfermedad infecciosa después de ceder transitoriamente la primacía al COVID-19. Según los datos de la OMS, el año pasado se informaron 8 millones de nuevos diagnósticos y 1,25 millones de fallecidos. 

Más de la mitad de los casos están en India, Indonesia, China, Filipinas y Pakistán. Estos países no cumplen con los compromisos establecidos con la OMS para combatir la tuberculosis. La tuberculosis se puede prevenir y curar. La Estrategia Fin de la Tuberculosis de la OMS tiene como metas mundiales para el 2027 un 90 % en cobertura para el tratamiento y prevención de la tuberculosis. 

El 55 % de los afectados son hombres, 33 % corresponden a mujeres y el 12 % a niños y adolescentes. Los factores de riesgo asociados a la tuberculosis más importantes son: infección por VIH, abuso del alcohol, desnutrición, diabetes y tabaquismo. Se considera que la tuberculosis multirresistente sigue siendo una crisis de salud pública. Los casos resistentes a la rifampicina llegan al 68 %. Peor aún, de los casos multirresistentes sólo el 44 % fueron diagnosticados y tratados en 2023.

Los ácidos grasos omega-3 y omega-6 podrían proteger contra el cáncer

Un estudio con datos del Biobanco del Reino Unido y con la participación de más de 250.000 personas encuentra que el consumo de ácidos grasos omega-3 y omega-6 se asocia con una incidencia menor de cáncer en general y en la mayoría de las localizaciones. Los resultados fueron publicados en International Journal of Cancer.  La reducción del riesgo según la incidencia fue del 3% al 7 % para el omega-6 y del 5% al 8 % para el omega-3.

En esta investigación se apreciaron asociaciones inversas de los ácidos grasos poliinsaturados omega-6 plasmáticos con 14 cánceres de sitio específico en cabeza y cuello, esófago, estómago, colon, recto, tracto hepatobiliar, páncreas, pulmón, melanoma maligno, tejido blando conectivo, riñón, vejiga, cerebro y tiroides. Por su parte, las asociaciones inversas con el consumo de ácidos grasos omega-3 se registran con los cánceres de esófago, colon, recto, páncreas y pulmón. La excepción fue para el cáncer de próstata donde la asociación con los omega-3 fue positiva.

A su vez, las asociaciones fueron más fuertes entre los grupos de edades más jóvenes y los ácidos grasos omega-6, mientras que entre los grupos de edades mayores lo fueron los omega-3. Estos datos son de utilidad para tenerlos en cuenta en los programas de estrategia preventivas, independientemente que serán necesarios estudios confirmatorios adicionales.

martes, 5 de noviembre de 2024

La fototerapia de baja intensidad (LLLT) en lesiones cerebrales y enfermedades oftalmológicas

 


La fototerapia de baja intensidad (LLLT) en traumatismo craneoencefálico

Un estudio doble ciego controlado con placebo publicado en Radiology encuentra mejoras en la conectividad en pacientes con daño cerebral secundario a conmoción cerebral aplicando fototerapia de baja intensidad. En estudios previos se había demostrado que la luz de baja intensidad (LLLT) regula la recuperación de los pacientes que han sufrido un traumatismo craneoencefálico (TCE). El LLLT también se conoce como láser frío o fotobiomodulación.

La mayoría de los dispositivos LLT tienen una longitud de onda más corta y menor riesgo que los de terapia láser de alto nivel (HLLT). A los LLLT se les considera como láser en los rangos clase IIIB, clase IIIR o clase II con una potencia de salida de 5-500 mW, 1-5 mW o <1 mW. La terapia LLLT fue inicialmente utilizada por los astronautas de la NASA para tratar las heridas sufridas en el espacio.

En esta oportunidad y por primera vez, se estudia el impacto de la LLLT en la conectividad funcional en estado de reposo del cerebro (RSFC) después de un TCE en las distintas fases de la recuperación:

  • Recuperación aguda (dentro de 1 semana).
  • Subaguda (2 a 3 semanas).  
  • Subaguda tardía (3 meses).
Para evaluar los efectos de la LLLT sobre la RSFC, se utilizó la Resonancia Magnética en 82 regiones cerebrales seleccionadas en las tres fases de recuperación. A otro grupo de pacientes con TCE se le aplicó un tratamiento simulado como grupo control. También para la comparativa se utilizaron imágenes de RM de individuos sanos.

Los pacientes que recibieron LLT desde la fase aguda a la subaguda presentaron una mejoría de la RSFC mayor que los que recibieron un placebo. Estos resultados indican que se puede conseguir una mejora de los circuitos neuronales en los pacientes con TCE que son tratados en fase de recuperación temprana con LLT.


La fototerapia de baja intensidad (LLLT) en oftalmología


También se está utilizando para el tratamiento de afecciones en oftalmología, dermatología y tricología. Entre las bondades de estos dispositivos comunicadas por los pacientes y operadores en el tratamiento de las lesiones superficiales del ojo tipo chalazión, blefaritis y síndrome de Sjögren es la rapidez de la técnica, indoloro, alivio inmediato, de fácil manipulación y seguridad. 

Así mismo, la LLLT tiene un potencial muy importante para el tratamiento de las disfunciones de las glándulas de Meibomio (DGM), entre estas las blefaritis causadas por los ácaros Demodex.

lunes, 4 de noviembre de 2024

Píldoras informativas

 



Medición del apoyo unipodal para evaluar el envejecimiento


Un estudio realizado por el Laboratorio de Análisis del Movimiento Clínica Mayo y publicado en PLOS One indica que las personas mayores de 50 años que puedan mantenerse en pie con una sola pierna durante 30 segundos están envejeciendo con gracia. También se hicieron evaluaciones como la fuerza de la extremidad inferior (rodilla), fuerza de la extremidad superior (agarre), postura bilateral con los ojos abiertos y cerrados y la postura unilateral con pierna dominante y no dominante y los ojos abiertos. De todos ellos el más significativo fue la duración de la postura unipodal. Para ambos sexos.

Se reduce a 50 años la vacuna contra el neumococo


Los Centros para el Control y Prevención de Enfermedades (CDC) recomiendan reducir la edad para recibir la primera vacuna contra el neumococo de los 65 años a los 50 años. Se mantiene como otro grupo vulnerable por edades: los niños menores de 5 años. La primera vacuna neumocócica fue aprobada en 1977 y actualmente existen cuatro tipos, siendo Capvaxive la que protege contra el mayor número de serotipos de neumococos, en total 21. Con Capvaxive se consigue protección frente a 8 serotipos que no se logra con otras vacunas.