La primera referencia moderna de la utilización del
trasplante de microbiota fecal con fines curativos data de 1958 con la utilización de enemas fecales para tratar a cuatro pacientes con colitis pseudomembranosa, probablemente causada por el
Clostridium difficile. La idea de los autores, Ben Eiseman y colaboradores, cirujanos de Colorado, era que al introducir bacterias buenas se restablece el equilibrio de la microbiota intestinal. Como resultado, consiguieron una pronta recuperación de los cuatro pacientes. A partir de esta primera experiencia se sucedieron otras de manera esporádica.
Las investigaciones relacionadas con el trasplante de microbiota fecal tienen un incremento destacado en los últimos años. Las comunicaciones de respuestas favorables con el uso de esta novedosa opción terapéutica van apareciendo en las publicaciones. Es efectiva en los trastornos gastrointestinales originados por una disbiosis. También se está aplicando en otras enfermedades no intestinales como el autismo, esclerosis múltiple, infección con multirresistencia antibiótica como con el Clostridium difficile, melanoma, obesidad y otros trastornos metabólicos.
Uno de los aspectos claves es la adecuada selección del donante de heces sano, un verdadero reto. El donante debe reunir una serie de requisitos indispensables que hacen difícil encontrar un número suficiente para satisfacer las necesidades. Además, los procedimientos son laboriosos y costosos y se requiere un alto compromiso por parte de los donantes, muchos de los cuales terminan abandonando el programa. La mayor parte de los estudios hasta ahora realizados son de tipo preclínico, aunque van en aumento los ensayos clínicos en humanos. Todavía hay un largo camino por recorrer para que esta efectiva e ingeniosa modalidad de tratamiento pueda generalizarse. Los ensayos clínicos futuros tendrán que diseñarse con metabolitos microbianos específicos para conseguir un mejor impacto en el tratamiento.
Las vías de administración incluyen las sondas, la endoscopia y las cápsulas orales. Se puede seleccionar una de estas o una combinación de las tres. Se trata de conseguir la estandarización de las dosis y la frecuencia de administración de las heces. Hay que ser muy cuidadoso en la elaboración, almacenamiento y conservación de las muestras que se van a administrar para evitar que se introduzcan microorganismos que resulten dañinos al receptor.
El primer producto comercial de trasplante de microbiota fecal aprobado por la FDA fue
Rebyota, en noviembre de 2022. La indicación es la infección por
Clostridium difficile recurrente. Un año más tarde, en abril de 2023, la FDA aprueba el primer producto oral de trasplante de microbiota fecal. Se trata de SER-109, con el nombre comercial de
Vowst, también con indicación en la infección por
Clostridium difficile recurrente. A diferencia de los productos anteriores que contienen una mezcla de microorganismos, el SER-109 solo contiene
esporas de la bacteria Firmicutes.
La Guía 2024 de la
Asociación Estadounidense de Gastroenterología ha incluido el trasplante de microbiota fecal para los pacientes con infección por clostridium difficile recurrente. Es la primera vez que una guía integral basada en evidencias incluye esta indicación. Recomienda el uso de las terapias aprobadas por la FDA.
Las
perspectivas actuales indican que, una vez se tengan los resultados de los ensayos clínicos actuales, se puedan ampliar las indicaciones del trasplante de microbiota fecal, particularmente en la enfermedad inflamatoria crónica, el
síndrome de intestino irritable, la
diabetes mellitus, la
enfermedad de Parkinson, el síndrome metabólico y algunos tipos de cáncer. De cualquier manera, hasta ahora la indicación precisa es la infección por
Clostridium difficile recurrente.
Un reciente estudio publicado en la revista
EClinicalMedicine encontró que los pacientes con diabetes tipo 1 y trastornos gastrointestinales del tipo de la
gastropatía diabética mejoran con el trasplante fecal. El estudio se realizó en 20 pacientes con diabetes tipo 1; 10 de ellos recibieron el trasplante por medio de cápsulas que contenían 50 gr de heces fecales con una bebida sin azúcar. y los otros 10 un placebo. Aunque la investigación se hizo con un número pequeño de casos, los investigadores consideran que se trata de unos resultados muy prometedores. Serán necesarios estudios futuros con un número mayor de casos.
Actualización: 17/01/2025