El riesgo de aterosclerosis y de daño renal por el consumo de carne roja, rica en carnitina, vuelve a estar en la actualidad médica. Estudios recientes ponen la atención en el metabolito N-óxido de trimetilamina (TMAO). Han encontrado una asociación entre los valores altos en sangre de TMAO con el riesgo cardiovascular y la mortalidad general. El riesgo también es mayor para la insuficiencia cardíaca y la enfermedad renal crónica.
¿Cómo se forma la TMAO?
Las bacterias intestinales actúan sobre la carnitina y la colina, presentes en diversos alimentos, formándose el gas trimetilamina (TMA). Por su parte, las enzimas hepáticas forman la TMAO a partir de la TMA. La carne roja es rica en carnitina.
¿Qué papel juega la microbiótica intestinal en la aterosclerosis?
La formación de TMAO depende de las bacterias intestinales. El consumo crónico de carne roja incrementa los niveles en sangre de TMAO. No ocurre lo mismo si el consumo es a expensas de huevo, lácteos, proteína blanca y otras proteínas no cárnicas. Además, se producen cambios en la microbiota intestinal, aumentando la formación de TMAO. Ya se sabe que la TMAO es inflamatoria y propicia la formación de trombos y de la placa de ateroma.
¿Y qué hay con las grasas saturadas y el colesterol?
La TMAO afecta la regulación metabólica de los lípidos, aunque no contribuye directamente a su formación. También se ha visto que no todas las personas con colesterol elevado sufren enfermedades del corazón. Contrariamente, algunos individuos con colesterol bajo terminan con aterosclerosis y enfermedad cardiovascular. Por ello, algunos investigadores consideran que la TMAO podría estar en el centro de la enfermedad aterosclerótica.
Un estudio con dos cohortes prospectivas publicados recientemente y en la que se incluyeron 10.564 participantes se hizo un seguimiento de 9,4 años para estudiar la asociación entre el TMAO y la incidencia de enfermedad renal crónica (ERC) y la reducción de la función renal. Los niveles más elevados de TMAO se asociaron con un aumento del riesgo de ERC del 65 % y una reducción de la tasa de filtrado glomerular de más del doble.
Aunque ninguna guía incluye la prueba de la TMAO en la evaluación clínica diaria, algunos la recomiendan. Cabría preguntarse, qué riesgo de aterosclerosis asumen los consumidores de carnitina de los suplementos.
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