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Los AINE se clasifican según su selectividad por la enzima COX-1 o COX-2. La potencia antiinflamatoria y la dosificación varían, siendo los AINE menos gastrolesivos el ibuprofeno y la nabumetona, en comparación con AINE más gastrolesivos como el diclofenaco o el naproxeno. La dosis y la duración del tratamiento son factores importantes para determinar el riesgo gastrointestinal.
Clasificación
AINE no selectivos (afectan COX-1 y COX-2):
- Ácidos propiónicos: Ibuprofeno, naproxeno.
- Ácidos acéticos: Diclofenaco, indometacina.
- Ácidos enólicos: Meloxicam, piroxicam.
- Salicilatos: Aspirina, diflunisal.
Inhibidores selectivos de la COX-2 (Coxibs): Celecoxib, etoricoxib. Estos son más seguros para el estómago que los AINE no selectivos, pero pueden presentar riesgos cardiovasculares.
Potencia antiinflamatoria y dosificación
Potencia: A dosis equivalentes, la eficacia de la mayoría de los AINE es similar, aunque la respuesta individual puede variar.
Dosificación: Varía según el medicamento y la afección a tratar.
- Dosis máximas para el ibuprofeno: 2.400 mg/día en procesos inflamatorios, aunque dosis de 1.200 mg/día o menos no han demostrado un aumento del riesgo de episodios aterotrombóticos.
- Naproxeno: 1.000 mg/día puede tener menor riesgo cardiovascular que otros AINE, pero se asocia a mayor riesgo gastrointestinal que el ibuprofeno y diclofenaco.
- AINE de vida media corta: Alcanzan niveles plasmáticos más rápido, y pueden reducir la dosis total del fármaco.
Los menos gastrolesivos
- Ibuprofeno: Generalmente considerado como uno de los AINE menos gastrolesivos, especialmente en dosis bajas.
- Nabumetona: También se clasifica entre los AINE menos gastrolesivos.
- Metamizol y paracetamol: A menudo citados como alternativas con un perfil gastrointestinal más favorable, aunque el paracetamol no es un AINE per se y no tiene un efecto antiinflamatorio significativo.
- Coxibs: Son selectivos para la COX-2, y por lo tanto, tienen un riesgo gastrointestinal significativamente menor que los AINE no selectivos.
Consideraciones adicionales
- Los efectos secundarios gastrointestinales son dosis-dependientes.
- Factores como la edad, comorbilidades y antecedentes de complicaciones gastrointestinales pueden aumentar el riesgo de gastropatía.
- Los inhibidores de la bomba de protones (como el omeprazol) son los gastroprotectores de elección para reducir el riesgo de úlceras gástricas y duodenales en pacientes que toman AINE.
Efectos secundarios cardiovasculares
Los AINE (Antiinflamatorios No Esteroideos) aumentan el riesgo de eventos cardiovasculares graves como infartos y accidentes cerebrovasculares (ACV), empeoran la hipertensión y la insuficiencia cardíaca, y causan retención de líquidos, afectando tanto a quienes tienen problemas cardíacos preexistentes como a los que no, recomendándose la dosis mínima eficaz por el menor tiempo posible.
Riesgos cardiovasculares clave
- Eventos Trombóticos: Aumentan el riesgo de infarto de miocardio (IAM) y ACV, incluso en las primeras semanas de uso.
- Hipertensión Arterial: Provocan retención de sodio y agua, elevando la presión arterial y dificultando el control de la hipertensión.
- Insuficiencia Cardíaca: Incrementan el riesgo de hospitalizaciones y empeoramiento por retención de líquidos y mayor carga de trabajo para el corazón.
- Mecanismo: Inhiben las prostaglandinas vasodilatadoras y aumentan la producción de tromboxano A2 (protrombótico), favoreciendo la vasoconstricción y la formación de coágulos.
Recomendaciones y precauciones
- Uso Cauteloso: Evitar la automedicación y usar la dosis más baja efectiva durante el menor tiempo posible.
- Pacientes de Riesgo: Se debe tener especial precaución o evitar los AINE en personas con antecedentes de enfermedad cardiovascular, hipertensión, insuficiencia cardíaca o renal.
- Elección del AINE: El naproxeno a dosis bajas y el ibuprofeno a dosis bajas parecen tener menor riesgo cardiovascular comparado con otros AINE, según algunos estudios, pero se requiere supervisión médica.
Efectos secundarios renales
Los AINE (Antiinflamatorios No Esteroideos) pueden causar daño renal significativo, desde insuficiencia renal aguda reversible hasta daño crónico, principalmente por reducir el flujo sanguíneo renal (isquemia) al inhibir prostaglandinas vasodilatadoras, provocando retención de líquidos, hipertensión y desequilibrios electrolíticos (hiperkalemia, hiponatremia). Los efectos van desde hinchazón (edema) y aumento de la presión arterial hasta necrosis tubular, nefritis, necrosis papilar y fallo renal, especialmente en personas deshidratadas o con enfermedades preexistentes.
Mecanismos principales
- Reducción del flujo sanguíneo renal: Los AINE bloquean las prostaglandinas que relajan los vasos sanguíneos del riñón, causando vasoconstricción y disminuyendo el flujo sanguíneo y la función renal.
- Retención de líquidos y sodio: Esto lleva a hipertensión y edema (hinchazón).
- Desequilibrios electrolíticos: Pueden aumentar el potasio (hiperkalemia) y disminuir el sodio (hiponatremia).
Efectos y síntomas
- Agudos: Insuficiencia renal aguda, necrosis tubular aguda, nefritis intersticial.
- Crónicos (Nefropatía por analgésicos): Asociada a uso prolongado, causa necrosis de las papilas renales y nefritis intersticial crónica.
- Síntomas (sutiles al inicio): Edema, aumento de peso, hipertensión, fatiga, náuseas, disminución del gasto urinario, sangre en orina, dolor de espalda/costado.
Riesgos
- Uso crónico: Aumenta el riesgo de deterioro significativo de la función renal.
- Pacientes de riesgo: Mayor riesgo en personas con insuficiencia cardíaca, deshidratación, cirrosis hepática o enfermedad renal preexistente.
Prevención
- Control médico: Análisis de sangre y orina (creatinina, proteínas) para monitorizar la función renal.
- Dieta: Reducir sal y ultraprocesados.
- Control de enfermedades: Manejar bien la hipertensión y la diabetes.
- Evitar combinaciones peligrosas: No combinar AINE con IECA/ARA-II y diuréticos ("triple terapia"), ya que aumenta mucho el riesgo de fallo renal agudo.

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