lunes, 14 de octubre de 2024

Vigilancia activa en el carcinoma de células renales

 

En la Johns Hopkins University cuentan con un programa denominado Vigilancia activa del cáncer de riñón. En el mismo se hace un seguimiento periódico por el urólogo tratante en lugar de hacer un tratamiento complementario. Se planifica analítica de sangre y estudios de imagen de tórax/abdomen y pelvis para detectar diseminación de la enfermedad. Se utiliza TAC y RMN de forma alternada cada 3 a 6 meses los dos primeros años y luego semestral o anual. En algunas evaluaciones se puede introducir la ecografía para reducir la exposición a radiaciones. 

Está pensada para pacientes con diferentes situaciones clínicas:

  •  Daño renal (creatinina > 1,5 mg / dl)
  • Cáncer de riñón hereditario
  • Anticoagulación permanente
  • Mayores con estado general afectado
  • Con enfermedades descompensadas
  • No desean recibir tratamiento

Si durante el seguimiento se produce un aumento del tamaño del tumor, se valora la intervención quirúrgica.

El riesgo de diseminación (%) aumenta con el tamaño del tumor de esta manera:

  • Menos de 2 cm: < 1 %.
  • 3 cm: 1-2 %.
  • 4 cm: 3-5 %.
En cualquier caso, la decisión de vigilar o intervenir es por consenso entre paciente y urólogo.

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