El Síndrome del intestino permeable (SPI) es una situación en la cual la mucosa intestinal no cumple su función de barrera. Como resultado, permite que bacterias patógenas y toxinas pasen de la luz intestinal a la mucosa intestinal y origina trastornos en el organismo. Cabe destacar, el creciente interés en la comunidad científica por este problema de salud. Sin dudas, la microbiota intestinal sigue siendo una gran desconocida, aunque cada día aprendemos algo más de ella. En contraste, la Clasificación Estadística Internacional de Enfermedades no la tiene incluida como una entidad clínica.
Factores relacionados con la regulación de la barrera intestinal:
- Uniones estrechas.
- Microbiótica intestinal.
- Capa de moco.
- Motilidad intestinal.
- Estado inmunitario.
- Integridad de las células epiteliales.
Lo más importante, las células de la barrera intestinal mantienen un equilibrio permitiendo un intercambio natural dentro del intestino. Ese espacio es conocido como uniones estrechas. En condiciones normales impiden el paso de bacterias y antígenos dañinos al organismo. Del mismo modo, dejan pasar vitaminas, minerales, agua y demás nutrientes necesarios para mantener un buen estado de salud.
Un desequilibrio de la microbiota intestinal y la aparición del SPI está asociado a un exceso de consumo de carbohidratos refinados, abuso de alcohol, exceso de sodio, aditivos alimentarios, antibióticos, dieta con contenido alto en grasas saturadas, estrés y azúcares. Esta situación suele acompañarse con un incremento de la producción de citocinas proinflamatorias.
De hecho, una microbiota intestinal alterada, conocida como disbiosis intestinal, repercute negativamente sobre la barrera intestinal, haciéndola permeable a endotoxinas que terminan originando inflamación crónica. La consecuencia de todo ello es la predisposición a una serie de enfermedades que detallamos a continuación.
Las principales enfermedades relacionadas con alteraciones de la permeabilidad intestinal son:
- Enfermedad inflamatoria del intestino.
- Síndrome del intestino irritable.
- Cáncer colorrectal.
- Aterosclerosis y enfermedades cardiovasculares
- Enfermedad celíaca.
- Diabetes mellitus.
- Obesidad.
- Hígado graso no alcohólico.
Otras situaciones clínicas donde se ha podido observar disfunción en la barrera intestinal:
- Disfunción cerebral.
- Trastornos del comportamiento.
- Enfermedad de injerto contra huésped.
- Consumo de alcohol.
- Infección por clostridium difficile.
- Quimioterapia.
- Infección por Escherichia coli.
¿Cómo restablecer la permeabilidad intestinal?
En primer lugar, tratar la enfermedad relacionada con el SPI para intentar mejorar el equilibrio de la barrera intestinal. Igualmente, evitar las noxas que dañan dicha barrera, particularmente los alimentos antes referidos y los antibióticos. Por descontado, tanto los prebióticos (carbohidratos no digeribles) como los probióticos (yogurt, kéfir) ayudan a reducir la permeabilidad intestinal. Igualmente, se están introduciendo los simbióticos, una combinación de prebiótico y posbiótico, tal es el caso de la combinación de bifidobacterium lactis y fructooligosacáridos.
Una microbiota intestinal sana con una barrera intestinal íntegra favorece al sistema inmunológico, protege de las infecciones, optimiza la absorción de los nutrientes, facilita la degradación de las fibras dietéticas y mejora la motilidad intestinal.
De cualquier manera, este es un terreno que requiere mucha investigación que permitan precisar mejor los mecanismos fisiopatológicos entre microbiota intestinal- barrera intestinal-salud intestinal y salud general. Así mismo, quedan pendientes las definiciones relacionadas con el diagnóstico de estas alteraciones en la práctica clínica diaria.