Los datos recogidos en el estudio de Yamagata, realizado en Japón, sugieren que el consumo de leche y yogur reduce la mortalidad. Las investigaciones que analizan la asociación del consumo de los diferentes productos lácteos son amplias. Comentamos algunas de ellas y ofrecemos los datos de este último estudio japonés.
Antecedentes
Una cohorte japonesa, publicada en el J. Epidemiol, con 94.980 participantes y un seguimiento medio de 19 años, encontró una menor mortalidad por todas las causas entre los hombres que consumían leche al menos una o dos veces al mes respecto de los que nunca lo hacían. Esta relación también se identificó para aquellas mujeres que consumían leche de tres a cuatro veces por semana. Sin embargo, esta relación no se apreció con la mortalidad por enfermedades cardiovasculares y la mortalidad por cáncer.
Otro estudio de cohorte en población sueca, publicado en The American Journal of Clinical Nutrition, con 103.256 participantes y un seguimiento medio de 13,7 años, reveló una mayor mortalidad por todas las causas entre los que consumían leche no fermentada y mantequilla. Por su parte, los consumidores de leche fermentada y queso presentaron una menor mortalidad por todas las causas.
El gran estudio PURE (Prospective Urban Rural Epidemiology) inscribió a 136.384 personas de 21 países de los cinco continentes. Se evaluaron los riesgos de mortalidad por eventos cardiovasculares de los consumidores de leche, yogur y queso. En el resultado final se estableció un menor riesgo de mortalidad y eventos cardiovasculares entre los consumidores de productos lácteos en general.
Estudios actuales
Un estudio reciente publicado en Gut microbes sugiere que el consumo regular de yogur podría reducir el riesgo de un tipo específico de cáncer colorrectal, específicamente aquellos tumores que contienen la bacteria Bifidobacterium. Este hallazgo indica que el consumo de yogur, rico en bacterias probióticas como Bifidobacterium, podría modular la microbiota intestinal y proteger contra este subtipo de cáncer. Se observó que consumir al menos dos porciones de yogur por semana se asoció con una reducción del 20% en la incidencia de cáncer colorrectal proximal positivo para Bifidobacterium.
La cohorte de Yamagata incluyó a 14.264 personas con edades entre los 40 y 74 años, edad media 61,5 años y con encuestas realizadas entre 2009 y 2015. La frecuencia del consumo de yogur y leche se definió de la siguiente manera:
- Ninguna: menos de 1 por mes
- Moderada: entre 1 y 6 por mes
- Alta: más de 1 por día
Se determinó la razón de riesgo (HR) ajustada en las diferentes frecuencias de consumidores de los diferentes lácteos comparados con los no consumidores. Como resultado, el consumo moderado y alto de yogur se asoció con un menor riesgo de mortalidad total y mortalidad por cáncer en esa población japonesa. Se apreció una reducción de la mortalidad por cáncer del 36 % en aquellos con un consumo moderado de yogur y de un 44 % en los de consumo alto. Por su parte, en los que se recogió un consumo moderado de leche la disminución del riesgo de cáncer fue del 70 % y en los de consumo alto fue del 23 %, aunque este último dato no tuvo significación estadística.
Una revisión publicada en Frontiers in Nutrition para evaluar la asociación del consumo de yogur con el cáncer colorrectal logró recopilar un total de 16 estudios que reunían los requisitos. La reducción del riesgo de cáncer colorrectal fue del 13 % en el global de los estudios, del 9 % en los estudios de cohorte y del 25 % en los estudios de casos y controles.
Un metaanálisis publicado en Frontiers in Oncology que incorporó a más de 20.000 casos encontró una disminución del 11 %, estadísticamente significativa, del riesgo de cáncer colorrectal asociada a la ingesta de queso y del 14 % para el cáncer de recto. Además, encontraron una reducción del riesgo de cáncer de recto del 25 % asociada a la ingesta de yogur.
En un metaanálisis integral publicado en Oncology Letters sobre 10 estudios de cohorte y 8 estudios de casos y controles con más de 6.550.000 participantes apreciaron una disminución del cáncer primario del hígado del 51 % asociado al consumo elevado de yogur. Por su parte, encontraron un aumento del riesgo del 38 % asociado al consumo elevado de leche.
Según los datos recopilados del estudio Nurses' Health Study (NHS) con 63.847 participantes y un seguimiento entre 1980 y 2018 encontraron una reducción del riesgo de cáncer de mama del 10 % asociada al consumo de queso a lo largo de la vida durante la etapa postmenopáusica. La comparación se hizo entre el quintil más alto respecto al quintil más bajo. Estos resultados fueron publicados en la Revista Americana de Nutrición Clínica. Con respecto a la leche se apreció cierta heterogeneidad según el subtipo de tumor. Se describe una disminución del riesgo del 16 % en el cáncer de mama con RE+ y un incremento del riesgo del 36 % para cáncer de mama RE-.
Comentario
Son varios los estudios que asocian el consumo de lácteos con un menor riesgo de cáncer y otras enfermedades. Se trata de un tema de gran interés que requiere de estudios adicionales de confirmación.
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