Para los hombres mayores, sentarse a orinar suele ser más conveniente debido a un suelo pélvico relajado, que es crucial para un vaciado eficiente de la vejiga, especialmente para aquellos con hiperplasia prostática benigna (HPB). Estar de pie activa la pelvis y la columna vertebral, mientras que sentarse permite que estos músculos, junto con los músculos abdominales, se relajen y vacíen completamente la vejiga, reduciendo problemas como la orina residual y mejorando la estabilidad general. Así se recoge en una revisión publicada en la revista PLOS One.
Mecanismos que explican la preferencia por sentarse:
Relajación de los músculos pélvicos:
Sentarse promueve la relajación de los músculos pélvicos y espinales, que se activan naturalmente al estar de pie. Esto permite que la vejiga se relaje y libere orina de manera más efectiva.
Compromiso de los músculos abdominales:
Sentarse permite un mejor uso de los músculos abdominales, lo que ayuda a vaciar completamente la vejiga.
Agrandamiento de la próstata (HPB):
La hiperplasia prostática benigna (HPB) (agrandamiento de la próstata) es una afección común en hombres mayores que obstruye la uretra. Sentarse ayuda a superar esta obstrucción, lo que permite un vaciado más completo de la vejiga.
Reducción del riesgo de caídas:
Sentarse proporciona una mayor estabilidad, lo que es beneficioso para los hombres mayores que pueden tener problemas de equilibrio o movilidad. También puede ayudar a prevenir el síncope vasovagal (desmayo), que puede ocurrir debido a una caída de la presión arterial al orinar.
Reducción de la orina residual:
Estar sentado puede dejar menos orina residual en la vejiga en comparación con estar de pie, especialmente para los hombres con síntomas del tracto urinario inferior (STUI). Dejar menos orina puede ayudar a prevenir complicaciones como cistitis y cálculos en la vejiga.
Menos desorden:
Sentarse reduce la probabilidad de salpicaduras y derrames, lo que lleva a una experiencia de baño más limpia.

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