jueves, 27 de junio de 2024

Síndrome de autocervecería e hígado graso


Una cepa de Klebsiella pneumoniae intestinal relacionada con hígado graso no-alcohólico (HGNA) es el resultado de una investigación publicada en Cell Metabolism.  Se trata de bacterias intestinales productoras de etanol causando HGNA en individuos no consumidores de alcohol. Sin dudas, un Síndrome de autocervecería o ABS (siglas del inglés, Auto-brewery syndrome), entidad infradiagnosticada y etiología poco conocida. La mayoría de estos casos se producen por un crecimiento excesivo de dos especies de hongos, Candida y Saccharomyces.

El primer caso de ABS se describió en 1946 en la autopsia de un niño africano de 5 años que murió por una ruptura gástrica. Llamó la atención la presencia en el abdomen de un líquido espumoso que olía a alcohol. En una revisión sistemática de 2021 publicada en United European Gastroenterol J. se encontraron 20 casos recogidos en la literatura desde 1974. También se ha descrito un caso en Japón donde se le denomina Síndrome de autointoxicación por alcohol.

Por cierto, no rara vez la policía ha detenido a una persona con niveles elevados de alcohol en sangre que no había bebido. Incluso, se ha dado el caso de individuos con síntomas de embriaguez sin haber bebido. Sin dudas, no es una situación frecuente, pero hay que pensar en ella para que no pase inadvertida o provoque equivocaciones desagradables.

Recientemente un ciudadano belga fue acusado por conducir en estado de ebriedad y tres médicos corroboraron que padecía ABS y no tenía síntomas de intoxicación. El tribunal absolvió al acusado. 

En esta ocasión, han asociado el HGNA con colonización intestinal por cepas de Klebsiella Pneumoniae (KP). Incluso, el alcohol producido por las cepas de KP de individuos con HGNA fue 4 a 6 veces mayor que en personas sanas. De hecho, la muestra de microbiota intestinal de 43 casos con HGNA, tenía 60% de sobrepoblación de KP. Así mismo, se comprobó un incremento de la producción de alcohol en los mismos. En contraste, al analizar 48 individuos sanos, sólo el 6% tenían cepas de KP.

A su vez, investigaron los efectos de una alimentación conteniendo cepas de KP altamente productoras de alcohol en ratones. Como resultado, a los 2 meses habían desarrollado HGNA, cuadro similar a aquellos que habían recibido alcohol en la alimentación. Es más, al utilizar un antibiótico para eliminar la KP, el hígado retornó a la normalidad.

Algunas consideraciones a tener en cuenta:
Son varios los agentes etiológicos implicados en el HGNA.
Algunas cepas de KP utilizan los azúcares para producir alcohol.
La Klebsiella pneumoniae debe ser tenida en cuenta como causa de HGNA a través de un ABS.
Se podría diagnosticar un ABS con la determinación de etanol después de una carga de glucosa.
La entrada al organismo de estas bacterias podría ser con los alimentos u otros medios.
Es probable que determinadas características genéticas aumenten la susceptibilidad.

Entre las medidas terapéuticas recomendadas en el ABS están la atención hospitalaria en caso de intoxicación aguda, el tratamiento antibiótico de acuerdo al resultado del cultivo, dieta baja en azúcares y carbohidratos refinados y los probióticos que ayudan a equilibrar la microbiota alterada. 

Sin dudas, estos hallazgos abren una vía de investigación muy interesante para una mejor compresión del HGNA y el ABS, con nuevas opciones para su manejo.

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