La prevención del cáncer orofaríngeo con la vacunación contra el virus del papiloma humano (VPH), es ya una realidad. Se estima que, la infección por el VPH causa el 70% de los casos de cáncer orofaríngeo en Estados Unidos. Adicionalmente, se ha observado un incremento de este tumor maligno en las últimas décadas.
Incluso, no solo se trata de una protección individual, sino también colectiva. Para ello, sería indispensable vacunar suficientes personas que permita conseguir una inmunidad colectiva. Así, la tasa de vacunación en Estados Unidos entre 2009 y 2016, tanto en mujeres como en hombres, se ha incrementado. Como consecuencia, se ha producido una reducción de la tasa de infección entre los hombres no vacunados.
Gardasil, la vacuna contra el VPH, fue aprobada por FDA en junio 2006 para la prevención del cáncer del cuello uterino. Igualmente, estaba pensada para la prevención de los condilomas acuminados (verrugas genitales) y las displasias o lesiones precancerosas. En septiembre de 2008, se amplió su aplicación con fines preventivos para cánceres vulvares y vaginales. Al año siguiente, se aprueba su uso en niños y adultos jóvenes. Finalmente, en septiembre 2010 se añade a la prevención del cáncer anal.
En el Estudio NHANES, con 14.000 participantes de ambos sexos, fueron evaluados respecto a la protección por el VPH. En todos los investigados se analizaron 37 tipos de VPH a través de muestras de enjuague bucal. Durante el seguimiento, la tasa de vacunación en los hombres pasó de 0% a 6%. A su vez, entre las mujeres del 7% inicial ascendió al 15%. Como resultado, se produjo una disminución del 37% en las infecciones por los tipos de VPH que se previenen con el Gardasil.
En una comunicación anterior informamos de la ampliación por la FDA del Gardasil a mujeres y hombres de 27 a 45 años.
En una reciente investigación de la Universidad Thomas Jefferson en Filadelfia se rastreó las tasas de cánceres relacionados con el VPH en algo más de 5,5 millones de estadounidenses. El informe será presentado en la Reunión de la Sociedad Estadounidense de Oncología Clínica (ASCO) en junio de este año. La tasa de cáncer entre los hombres no vacunados fue de 7,5 casos por cada 100.000 habitantes y en los vacunados bajó a 3,4. Las tasas para el cáncer de cabeza y cuello entre los no vacunados fue de 6,3 por 100.000 habitantes y se redujo a 2,8 en los vacunados. Por su parte, en las mujeres las tasas de cáncer de cuello de útero fueron de 10,4 por 100.000 habitantes en las no vacunadas y de 7,4 en las vacunadas. Sin embargo, no se observó una reducción del cáncer de cabeza y cuello en las mujeres, sin que se sepa la causa de ello.
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