La elastografía es una técnica de imagen no invasiva que mide la rigidez del hígado para evaluar la fibrosis, o cicatrización, que es un signo de enfermedad hepática. Consiste en enviar vibraciones de baja frecuencia al hígado y medir la velocidad a la que se mueven a través del tejido mediante ultrasonido o resonancia magnética. Su utilidad en el diagnóstico de enfermedades hepáticas radica en que puede identificar el grado de fibrosis, ayudar a monitorear la progresión de la enfermedad y, en muchos casos, sustituir a la biopsia hepática. Tiene alta sensibilidad y especificidad, comparables o incluso superiores a los métodos invasivos y tradicionales.
Historia de la prueba
- Fue descrita por primera vez en 1991 por Yo-cheng Ophir y sus colegas en el Colegio Médico de Houston, Universidad de Texas.
- El desarrollo de la elastografía fue una respuesta a las limitaciones de la biopsia hepática, una técnica invasiva con riesgos, y la necesidad de herramientas más rápidas y menos invasivas para evaluar la fibrosis.
- Las primeras técnicas se basaron en ondas de choque que se transmiten a través del tejido, y se han ido perfeccionando y diversificando.
En qué consiste la técnica
- Se basa en el principio de que el tejido enfermo, como el hígado con fibrosis, es más rígido que el tejido sano.
- Elastografía de ultrasonido (o transitoria): Un dispositivo tipo sonda aplica vibraciones de baja frecuencia al hígado y un transductor de ultrasonido mide la velocidad de propagación de estas ondas. La velocidad se traduce en un mapa de rigidez que indica la cantidad de fibrosis.
- Elastografía por resonancia magnética (ERM): Utiliza imanes y ondas de radio para generar las vibraciones. La resonancia magnética mide la velocidad de las ondas y genera un mapa de rigidez del hígado.
- Algunos métodos, como el FibroScan, combinan la medición de la rigidez con la cuantificación de la grasa hepática (parámetro CAP).
Utilidad en el diagnóstico de enfermedades hepáticas
- Evaluación de la fibrosis: Es la principal utilidad, ya que permite determinar el grado de cicatrización del hígado, desde leve hasta cirrosis.
- Seguimiento de la enfermedad: Es útil para monitorizar la progresión de la enfermedad y la respuesta al tratamiento en patologías como hepatitis B, hepatitis C, hígado graso no alcohólico y enfermedades hepáticas alcohólicas.
- Guía para el tratamiento: La información sobre la rigidez ayuda a los médicos a planificar el tratamiento adecuado y el momento oportuno para iniciarlo.
- Alternativa a la biopsia: En muchos casos, puede reemplazar a la biopsia de hígado, ya que es menos invasiva, más rápida y no tiene riesgos asociados.
Sensibilidad y especificidad
- La elastografía hepática ha demostrado una alta sensibilidad y especificidad para detectar y clasificar diferentes estadios de fibrosis, en muchos estudios comparables a los de la biopsia.
- Exclusión de cirrosis: Tiene una alta capacidad para descartar la cirrosis en pacientes con fibrosis avanzada.
- Detección de fibrosis significativa: Es muy buena para identificar a pacientes con fibrosis clínicamente significativa, que son aquellos que podrían beneficiarse de un tratamiento.
- Combinación de pruebas: La adición de biomarcadores en sangre puede aumentar aún más la precisión de la elastografía.
Valores de referencia
- Hígado sano: Los valores de referencia son aproximadamente 5.5 kPa, con un rango normal entre 2 y 7 kPa.
- Enfermedad hepática: El resultado puede ser más alto si existe enfermedad hepática, y la escala máxima que se puede detectar es de 75 kPa.
- Fibrosis y cirrosis: Existen valores de corte que sugieren una fibrosis significativa o cirrosis, como por ejemplo:
- Fibrosis significativa: Se sugiere un valor alrededor de 7.6 kPa.
- Cirrosis: Se sugiere un valor alrededor de 16.4 kPa.
- Criterios de fiabilidad: Para que el resultado sea fiable, la diferencia entre los resultados (Rango Intercuartílico o IQR) no debe superar el 30% de la mediana.
Situaciones en las que no estaría indicada
La elastografía hepática puede no ser fiable o no estar indicada en las siguientes situaciones:
- Ascitis (acumulación de líquido en el abdomen): El líquido puede impedir que las vibraciones lleguen correctamente al hígado, lo que afecta la precisión de la medición.
- Obesidad severa: Puede dificultar la colocación de la sonda en el hígado y, por lo tanto, sobreestimar el grado de fibrosis.
- Hepatitis aguda: La inflamación aguda aumenta la rigidez del hígado, por lo que el resultado puede ser engañoso. Se recomienda esperar a que la inflamación mejore para repetir la prueba.
- Insuficiencia cardíaca: Puede causar un aumento de la rigidez del hígado, dificultando la distinción entre la causa de la rigidez (insuficiencia cardíaca o fibrosis).
- Acumulación de hierro: La sobrecarga de hierro puede limitar la precisión de la elastografía, especialmente en la resonancia magnética (RMN).
- Ingesta reciente de alimentos: Se recomienda realizar el examen en ayunas (preferiblemente 6 horas) para evitar sobreestimaciones del resultado.

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