lunes, 27 de octubre de 2025

Utilidad clínica de la radiómica


La radiómica es una ciencia que extrae datos cuantitativos de imágenes médicas para detectar patrones invisibles al ojo humano, lo que ayuda a mejorar el diagnóstico, pronóstico y tratamiento de enfermedades como el cáncer. Utiliza análisis computacional y software para identificar características biológicas de un tumor, como su heterogeneidad, y puede combinar la información de imagen con datos genómicos para crear biomarcadores predictivos y de respuesta al tratamiento.  

¿Qué es la radiómica?     

  • Es la extracción de un gran número de características cuantitativas de imágenes médicas como radiografías, resonancias magnéticas o tomografías computarizadas.  
  • Permite descomponer las imágenes en píxeles (\(2D\)) o vóxeles (\(3D\)) para analizar valores numéricos que no son evidentes visualmente.  
  • Su objetivo principal es descubrir patrones y biomarcadores que apoyen el diagnóstico, el pronóstico y la toma de decisiones clínicas. 

¿Cómo funciona?     

  • Extracción de datos: Se utilizan algoritmos para extraer una gran cantidad de datos numéricos de las imágenes, describiendo la forma, textura y otras características de una lesión.  
  • Análisis computacional: Se emplea software y la inteligencia artificial para analizar estos datos y encontrar correlaciones.  
  • Identificación de patrones: Se buscan patrones y relaciones entre los datos de imagen y la biología del paciente, como la heterogeneidad del tumor, que puede predecir la agresividad o la respuesta a un tratamiento.  
  • Combinación de datos: Los datos radiómicos pueden combinarse con otra información, como datos genómicos o clínicos, para obtener un análisis más completo y preciso. Este campo se conoce como radiogenómica. 
Aplicaciones clave 

  • Diagnóstico: Ayuda a predecir la histología de una lesión o detectar alteraciones antes de que sean visibles para el ojo humano. 
  • Pronóstico: Permite evaluar el pronóstico del paciente y predecir el riesgo de metástasis.  
  • Tratamiento: Facilita la planificación terapéutica y la predicción de la respuesta a diferentes tratamientos, lo que conduce a una medicina más personalizada. 
  • Cuantificación de la heterogeneidad tumoral: Revela cómo un tumor crece y se expande de manera diferente en distintas áreas, lo cual es crucial para predecir la resistencia a ciertos tratamientos. 

Ejemplos de aplicación clínica

Oncología:
  • Diagnóstico temprano: Puede ayudar a distinguir entre tumores benignos y malignos en estudios de TC, incluso antes de que los cambios sean evidentes para el radiólogo.
  • Predicción de metástasis: Se utiliza para predecir la probabilidad de metástasis en varios tipos de cáncer, como el colorrectal, al analizar la textura y la estructura del tumor en las tomografías.
  • Predicción de respuesta a tratamientos: Permite predecir si los pacientes con cáncer responderán bien a ciertos fármacos, como la inmunoterapia, analizando patrones en imágenes de resonancia magnética (RM).
  • Evaluación de la agresividad tumoral: Ayuda a distinguir entre tumores de bajo riesgo y agresivos en cáncer de próstata, analizando características de la RM como la densidad y forma del tejido.
  • Evaluación de la progresión tumoral: Es prometedora en la evaluación de la respuesta al tratamiento y la progresión de tumores cerebrales, capturando cambios sutiles en la heterogeneidad del tejido mediante RM.
Otras áreas:
  • La radiómica también se está investigando y aplicando en enfermedades reumatológicas y neurodegenerativas, así como en el seguimiento de la salud hepática y la predicción de desarrollo de metástasis hepáticas.
  • Puede identificar biomarcadores radiómicos para estratificar pacientes y ayudar en la toma de decisiones clínicas, sirviendo incluso como biomarcadores complementarios de diagnóstico. 

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