El 11 de junio ha sido declarado Día Internacional del cáncer de próstata con el objetivo de sensibilizar respecto a la prevención, el diagnóstico temprano y los recursos disponibles en su tratamiento. En esta ocasión dedicamos este número a los dos primeros aspectos y un resumen de los principales datos epidemiológicos mundiales.
Excluyendo al cáncer de piel, el cáncer de próstata es el segundo tumor maligno más frecuente en hombres y el quinto como causa de mortalidad a nivel mundial. En el año 2020 se registraron 375.304 fallecidos y 1.414.259 de casos nuevos en todo el mundo. El cáncer de próstata representa el 7,3 % de los fallecidos por cáncer entre los hombres.
En 48 países es la principal causa de muerte por cáncer entre los hombres, entre ellos: África subsahariana, América Central, Caribe, Ecuador, Chile, Venezuela y Suecia. Las tasas de incidencia más altas se reportan en Europa Noroccidental, Caribe, Australia, Nueva Zelanda, el sur de África y América del Norte. Las tasas de incidencia más bajas corresponden al norte de África y Asia.
En Estados Unidos, en 2020 se diagnosticaron 174.650 casos y las cifras de fallecidos alcanzó los 31.620. En ese mismo año, en España se registraron 34.613 nuevos diagnósticos, representando el 21,1 % del total de casos de cáncer entre los hombres. Respecto a la mortalidad, el 5,1 % de los fallecidos por cáncer, corresponden al cáncer de próstata con un total de 5.798 casos.
Prevención
Hay factores de riesgo asociados al cáncer de próstata que no pueden ser modificados: raza, edad y genética. El riesgo es más elevado entre afroamericanos y entre los que tienen antecedentes familiares de cáncer de próstata de primer y segundo grado de consanguinidad.
Por otro lado, hay una serie de factores protectores relacionados con el estilo de vida y la alimentación. El estilo de vida que propicia la salud prostática incluye la actividad física regular, la abstinencia al tabaco, mantener un peso saludable y tener una vida sexual activa.
Entre los factores dietéticos destacan la reducción de las grasas saturadas y el aumento del consumo de frutas, verduras, frutos secos, té verde y pescados. Se recomienda evitar las carnes excesivamente cocidas (quemadas). Una serie de alimentos ricos en fitoquímicos que forman parte de la nutracéutica pueden ser beneficiosos en la prevención del cáncer de próstata.
Diagnóstico temprano
Entre las nuevas opciones para el diagnóstico temprano del cáncer de próstata se incluyen la espermina en orina y el Índice de Salud Prostática (PHI).
La espermina pertenece al grupo de las poliaminas, pequeñas moléculas policatiónicas que cumplen una función importante en el buen funcionamiento de las células. Los niveles de espermina en orina se encuentran significativamente bajos en el cáncer de próstata. Se han encontrado niveles de espermina entre 7 y 34 veces más bajos en cáncer de próstata respecto a hombres sanos. Así mismo, los valores son de 5 a 13 veces más bajos en la hiperplasia de próstata. Actualmente, está en marcha un estudio registrado en ClinicalTrials.gov para evaluar el rendimiento de la espermina en el diagnóstico del cáncer de próstata con una previsión de 10.000 participantes. En otro, se investiga el valor predictivo para el resultado de la biopsia de próstata.
La fórmula es, PHI= p2PSA/fPSA x √tPSA, donde p2PSA es la isoforma proPSA, fPSA es el PSA libre y √tPSA es la raíz cuadrada del PSA total. Las proPSA son precursores inactivos del PSA producidas por las células prostáticas. Hay tres formas de proPSA que pueden ser detectadas en el suero: [−2] proPSA, [−4] proPSA y [−5,−7] proPSA. De ellas, [−2] proPSA es que la presenta mayor utilidad, al encontrase significativamente más elevada en el cáncer de próstata que en la hiperplasia benigna de la próstata. La determinación del PHI estaría justificada en aquellos individuos con valores del PSA entre 4 y 10 ng/ml. Las probabilidades del cáncer de próstata de acuerdo con los valores del PHI se resumen a continuación:
Intervalos en los valores del PHI y riesgo de cáncer de próstata:
- Bajo: 0–26,9: 1,9 % a 16,1 %
- Medio: 21–40: 17,3 % a 24,6 %
- Alto > 40: 36,0 % a 52,9 %
También, tiene mucho interés la determinación de las células tumorales circulantes (CTC) en una simple muestra de sangre. Su identificación supone un paso importante en la detección temprana del cáncer de próstata y en la reducción del número innecesario de biopsias.