martes, 7 de mayo de 2024

7 de mayo, Día Mundial del Asma


Con el objetivo de impulsar los cuidados y la identificación de los principales problemas que afectan a los asmáticos, Iniciativa Global para el Asma (GINA) organiza este año el 7 de mayo el  Día Mundial del Asma. Dos de los aspectos más preocupantes son el infradiagnóstico y el deficiente control de los síntomas. Se estima que más de la mitad de los casos reales de asma bronquial están sin diagnosticar. Así mismo, en algo más de la mitad de los casos diagnosticados, el control de los síntomas no es el óptimo.

Epidemiología


La prevalencia a nivel mundial  del Asma Bronquial se estima en 339 millones de casos con cerca de 418.000 fallecidos en 2016. Su frecuencia en niños duplica a la de los adultos. El asma infantil es más frecuente en niños y el asma del adulto afecta más a las mujeres. En España el número de casos asciende a unos 3 millones, correspondiendo el 10 % de ellos a niños de entre 6 y 7 años y otro 9 % a los de 13 y 14 años.

“Descubriendo conceptos erróneos sobre el asma”


Entre los temas siempre de interés está  “Descubriendo conceptos erróneos sobre el asma”. Entre los mitos o errores comunes sobre el asma destacan:
  • Considerar que es una enfermedad contagiosa
  • Creer que el ejercicio empeora al asma
  • Pensar que el control de los síntomas solo se consigue con altas dosis de corticoides
El asma no es una enfermedad infecciosa, por lo que no hay que pensar que puede ser contagiosa. Ahora bien, con cierta frecuencia las infecciones virales respiratorias pueden desencadenar las crisis de asma. Tal es el caso de la gripe y el resfriado común.

La práctica de ejercicio físico, cuando el asma está controlada, es posible y deseable. Hay muchos casos de asmáticos que han practicado deporte de alto nivel y con destacados resultados en eventos deportivos nacionales e internacionales.

El uso de los corticoides ha tenido un importante papel en el tratamiento y control de estos pacientes. De forma particular los glucocorticoides inhalados (GCI) y en dosis bajas. La necesidad de corticoides a dosis altas tiene un uso mucho más limitado.

Asma ocupacional


Una serie de sensibilizadores e irritantes presentes en el ambiente laboral originan la llamada asma ocupacional. En estos trabajadores los síntomas de asma están relacionados con la permanencia en el puesto de trabajo y pueden afectar durante años. Una lista muy completa puede ser consultada en Oasys.

¿Cómo mejorar el infradiagnóstico?


Para conseguir reducir los casos sin diagnosticar, hay que mejorar los métodos de diagnóstico y clasificación.  Otro aspecto a considerar es el diagnóstico temprano de la afección. El asma bronquial se caracteriza por crisis de dificultad respiratoria, particularmente para exhalar el aire o espiración. Ello se produce como consecuencia del estrechamiento e inflamación de los bronquios. Suele acompañarse de silbidos, dolor en el pecho, mucosidad y tos.  Frecuentemente está relacionado con una reacción alérgica u otra forma de hipersensibilidad. Puede ser desencadenada por sustancias presentes en el aire (alérgenos) y puede empeorar en algunos casos con el ejercicio físico, particularmente en ambiente frío y seco.

El diagnóstico de certeza requiere una historia clínica detallada, pruebas funcionales respiratorias, determinación de biomarcadores de inflamación y alergológicos. Entre las pruebas funcionales respiratorias destaca la espirometría, que puede requerir prueba de broncodilatación o prueba de provocación. Hay una serie de situaciones médicas, tanto en niños como en adultos, que pueden ser confundidas con el asma bronquial. El diagnóstico definitivo siempre debe ser realizado por el médico.

Novedades en el tratamiento


La Guía GINA recomienda la combinación de GCI y formoterol a demanda para el primer escalón (< 2 síntomas al mes y sin factores de riesgo). Ya no se recomiendan los beta agonista de corta duración (SABA) a demanda en monoterapia. Para los pacientes del segundo escalón (≥ 2 síntomas al mes o con factores de riesgo) aconsejan el tratamiento con GCI y formoterol diario.

En los pacientes con asma grave se indicará tratamiento de mantenimiento con GCI y beta agonista de larga duración (LABA) a dosis altas.  Si fuese necesario se añadirían otros fármacos: tiotropio, antileucotrienos o teofilina. Se han ido introduciendo como terapia biológica diferentes anticuerpos monoclonales. A destacar:


Finalmente, comentar la termoplastia (Asthmatx), un procedimiento que utiliza un catéter endobronquial que emite calor generado por radiofrecuencia. Fue aprobado por la FDA para aplicar en pacientes mayores de 18 años con asma grave persistente. La reducción de las exacerbaciones suele tener una duración de 5 años o más y los efectos secundarios son poco importantes. De momento, su aplicación está limitada a centros muy especializados.

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